LA BRECHA DIGITAL

El aumento de las nuevas tecnologías ha provocado un aumento de la brecha digital. Con este término hacemos alusión a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen Internet y las que no. También hace alusión a la capacidad para utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación ,o TIC, de forma eficaz. El mal uso de las TICs es frecuentemente el resultado de distintos niveles de alfabetización o de capacidad tecnológica. Asimismo, en los paises industrializados podemos achacar este "analfabetismo digital" a la escasa habilidad de las generaciones nacidas antes de los sesenta para adaptase al cambio tecnológico y su manejo.

Según un estudio del Internet World Stats el 50% de los usuarios, 450 millones, proceden de Europa y Norteamerica, mientras que África sólo cuenta con 4 millones de cibernautas. Estas diferencias no sólo se manifiestan de un país a otro, sino que también las podemos observar, por ejemplo, dentro de España, donde Andalucía está menos desarrollada digitalmente que otras comunidades.

A pesar de que la Organización Mundial del Comercio sostiene que gracias a las TICs se podrán anular las brechas de pobreza y falta de recursos, la realidad nos muestra una imagen más pesimista. Hasta el momento, el continuo desarrollo tecnológico y su expansión tras la segunda guerra mundial ha provocado un aumento de la riqueza tanto en los países pobres como en los ricos pero también un aumento mayor de las desigualdades económicas. Es decir, la brecha digital ha aumentado las diferencias entre unos países occidentales que se pueden adaptar con rapidez y eficacia a las innovaciones tecnológicas, esenciales para el comercio y el sector privado; y los países pobres, que tienden a aumentar sus necesidades y sus lazos de dependencia con occidente.